¿Pensaste que no iban a meterse con las Universidades Nacionales?

Ayer nomás se conoció la disposición del Banco Central que impide al Banco Nación adelantar fondos para el pago de salarios al primer día hábil del mes. A ello se agrega la derogación de resoluciones que obligaban a los Bancos a informar las tasas de interés y punitorios sobre las tarjetas de crédito. En resumen: si el sueldo se atrasa o no alcanza, y es necesario recurrir al consumo con tarjeta, podemos ingresar en una bola de intereses, sin auxilio del gobierno.  

Por ahora estamos “salvados” y cobraremos el jueves 1 de febrero, según informó Rectorado. Pero no somos una isla paradisíaca, sino parte del sistema universitario nacional. El gobierno no oculta que uno de los tantos objetivos a erosionar es la educación pública estatal: la degradación del Ministerio de Educación a Secretaría es solo un botón de muestra.

La situación presupuestaria es grave y el gobierno juega a dilatar y presionar al sistema universitario nacional.

El Rector aseguró en el último plenario de 2023 del Consejo Superior que con el mismo presupuesto del año pasado la UNS no podría funcionar más allá de marzo, posicionamiento coincidente con otras Rectoras y Rectores de Universidades Nacionales. Es cierto que nos giraron partidas adeudadas por el gobierno anterior, como un acto de caridad ante el temporal que se desató en nuestra ciudad el 16 de diciembre, pero la brutal devaluación impulsada por el Poder Ejecutivo Nacional abre un panorama desolador para lo que viene.

A todo esto, se suma la incertidumbre sobre el futuro de los organismos científicos y tecnológicos estatales, en línea con el plan de desfinanciamiento de las universidades, afectando a investigadoras/res, aspirantes a becas y becarias/os de todo el país.

Es fácil prever que la retracción salarial y el incremento de los insumos agudizarán la crisis del SOSUNS, al tiempo que las peores condiciones previsionales afectan al sector ya jubilado, pero también amenazan descargar sus consecuencias sobre la planta activa.

¿Vamos a esperar y a funcionar “con ahorros”?

Los efectos de la ominosa deuda externa contraída durante el macrismo y negociaciones realizadas sin convicción ante el Fondo Monetario Internacional por el gobierno que lo sucedió, vienen golpeando a los salarios, jubilaciones y pensiones. Si hasta diciembre el impacto era por goteo, ahora se ha desatado un tsunami descontrolado de los precios de la comida, los medicamentos, los alquileres, los honorarios médicos, las tarifas de servicios públicos, el transporte. El gobierno no esconde que lo que viene será aún peor.

Es un momento crítico, que se agudiza diariamente y cuyos efectos deteriorarán gravemente nuestra calidad de vida.

La movilización y el paro #24E convocado por el movimiento obrero organizado contó con la participación de los movimientos sociales y de diversos colectivos sociales y culturales sin distinción de banderas partidarias, y muestra que el camino para quienes vivimos de un salario es unirnos contra la destrucción de nuestros derechos laborales fruto de décadas de lucha de las y los trabajadores y contra quienes pretenden sumirnos en la angustia y la desesperanza.

Más que nunca apelamos a la unidad de las/os trabajadoras/res para defender el derecho a estudiar, la universidad pública y gratuita, cada uno de los puestos de trabajo y el futuro de nuestras jubilaciones, amenazadas por la intención de rematar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y liberar la fórmula de cálculo al arbitrio del Presidente de la Nación.

Contra el DNU inconstitucional, contra la corrupta Ley “Ómnibus” negociada en despachos ajenos a los poderes establecidos por la Constitución Nacional.

Por la unidad de las trabajadoras y los trabajadores de la UNS, en defensa de nuestros derechos laborales y nuestros salarios.

#NOalDNU

#NOalasFacultadesExtraordinarias