La política en la UNS pareciera navegar por aguas calmas. En el caso de la planta no docente, hasta el momento la nueva Subsecretaría de Gestión de Personal, como su denominación lo indica gestiona las vacantes que se generan por jubilaciones y/o renuncias y poco más, sin ningún tipo de planificación. Pareciera que todo seguirá así… Cuando lleguen los durante tantos años promocionados nuevos cargos ¿se planificará su distribución o se repartirán discrecionalmente?
Mientras tanto las universidades nacionales no resuelven la cuestión planteada por falta de incorporación de personal en las áreas informáticas ante los mejores salarios del sector privado. La inacción permite avizorar en el mediano plazo la tercerización de los servicios informáticos, como ya ha ocurrido con muchas tareas del agrupamiento Mantenimiento, Producción y Servicios (por ejemplo, la limpieza).
Precisamente, el agrupamiento mencionado y más concretamente la Dirección de Intendencia, ha sido durante años una cantera de extracción de cargos no docentes con la predisposición permanente del director. A pesar de que en el re-encasillamiento realizado en 2006 se estableció que el personal a cargo de los edificios revistaría en la categoría 4, hoy tenemos compañeras y compañeros que lo hacen en la 7 o en la 6. En el plenario del CSU realizado el 21 de junio pasado, se aprobó una re-estructuración en la que dicha Dirección, sin ningún tipo de fundamento y/o justificación, pide dar de baja una categoría 5 para crear una 7, impidiendo que algunas/os de las/os compañeras/os puedan jerarquizar sus labores para al menos acercarse a la categoría 4 del re-encasillamiento. Esta modificación se articula con una jerarquización de una persona en una unidad académica, postergando las posibilidades de otras y otros compañeros de ese Departamento que cuentan con una amplia trayectoria administrativa para más adelante, (o mejor dicho detrás de los referentes “que no transan”).
Qué dirán ante esta reestructuración los denunciadores de concursos “direccionados”, que no se prestan a manoseos y juegos clientelares, que están alejados de los personalismos, que dicen que los problemas de las y los no docentes se deben resolver mirando de frente a las y los compañeros para que no dependan de la negociación individual con referentes o autoridades, que plantean que no se haga desde oficinas o desde el despacho principal (van a dejar un surco de tanto ir a pedir cargos para sus referentes y candidatas/os). ¿Usarán los nombres propios para referirse a este asunto en algún comunicado?
Que dirán ante el beneplácito de la lista nodocente que representa al estamento en el CSU para con esta reestructuración (Informe plenario 21_06_2023), lista de la que dicen ser acérrimos opositores sindicales porque no transan, no negocian y no son personalistas.
Y ahora el desafío de la blancura: les proponemos a los compañeros nodocentes que no tengan opinión formada y están sumidos en el descreimiento que simplemente consulten a cualquier funcionario, Director Decano o Consejero Superior si esta reestructuración responde a una necesidad de planta o a un acuerdo político. Es muy difícil que no sepan del tema.
Llegaron para traer ideas superadoras de la actual conducción sindical.
Muchos compañeros no nos confundimos: la vara está bien baja.
De momento demuestran que, si logran superarla, va a ser por abajo, y ahí no queda otra que arrastrarse.