El mismo día en que Bahía Blanca tuvo récord de contagios, su sistema sanitario se quedó sin camas para casos graves. Menos de 48 horas antes, en el #ConsejoSuperior, la Lista Azul No Docente UNS había propuesto repensar el modo en que la UNS Bahía Blanca debe pararse ante una situación tan grave como dinámica. —————————————————Pasado el mediodía del viernes 16, los datos oficiales de la Municipalidad de Bahía Blanca informaron que se había ocupado la última cama de terapia intensiva para atender a pacientes con casos graves de COVID-19 de la ciudad y, eventualmente, su región. La noticia terminó de configurar el escenario de colapso sanitario que el récord de 485 contagios detectados en 24 horas, conocido en la mañana del mismo viernes, había anticipado. Es fácil calcular que esos casos impactarán en la capacidad hospitalaria en los próximos días. Ya para el mediodía de este sábado 17, habían sido también ocupadas las dos plazas de terapia intensiva agregadas al cupo COVID, que se restaron del previsto para pacientes con otras patologías.Era algo previsible, sobre todo por los antecedentes europeos ante segundas o terceras olas. Que afectan en mayor medida a un rango etario menor a la primera. Aquel en que nos encontramos la mayoría de las y los no docentes: entre los 35 y 60 años. Se calcula que el virus produce en esa franja menor porcentaje de casos graves y muertes pero, como la cantidad de contagios es mucho mayor, la cantidad absoluta de pacientes que requieren de cuidados intensivos resulta mayor. Es por esta razón que desde la Lista Azul No Docente UNS nunca coincidimos con avanzar hacia una apertura general que llevara a las actividades no docentes más allá de las normativas aprobadas en 2020, cuando se establecieron mecanismos para que las dependencias en que algún tipo de presencialidad fuera indispensable pudieran hacerlo bajo el cumplimiento de estrictos protocolos y en condición de excepcionalidad. Sin embargo, el último miércoles –menos de 48 horas antes del colapso sanitario bahiense- el Consejo Superior aprobó por mayoría un proyecto de resolución que dejó como única vigente a aquella que avanzaba hacia una mayor presencialidad. Había sido aprobada en marzo, por un voto mayoritario del que no participó la Lista Azul No Docente UNS: entendíamos que el retorno a una presencialidad general debía darse con suma cautela y la consideración de todos los elementos, que el trabajo en comisiones no había mostrado. De todos modos, nuestra intervención del miércoles 14 no buscó retomar aquel debate ni arrojar imputaciones. Se trataba, simplemente, de mostrar que dejar a esa resolución como la única válida era una decisión que no encuadraba con el contexto. Desgraciadamente, las horas siguientes nos darían la razón. Con espíritu constructivo, señalamos entonces algo que aparece como conclusión de este episodio: los ritmos institucionales, y particularmente los del Consejo Superior, no parecen compaginar con una realidad tan grave como dinámica. La pandemia no espera a las sesiones, cada catorce días. No es demasiado novedoso: muchas cosas de la normalidad deben asumirse limitadas frente a una situación claramente anormal. Parece necesario buscar mecanismos más acordes con las demandas de este duro momento que nos toca atravesar. La reactivación del Comité de Crisis y la conformación de un órgano consultivo con las listas presentes en el Consejo para el dictado de resoluciones ad referéndum, que permitan un ritmo acorde a las circunstancias, podrían ser dos medidas efectivas. A ello se agrega la necesidad de mayor respuesta preventiva y asistencial por parte de nuestro Servicio de Obra Social, como planteamos a su Consejo Directivo en una nota reciente. Actualmente, la cobertura para detección de contagios se encuentra por debajo de la obligatoria para el resto de las obras sociales. La realidad es ya impostergable: el sistema de salud está colapsado y, si no tomamos los máximos recaudos para prevenir contagios, podemos asistir a escenas dramáticas. No queremos que en ningún hogar de la ciudad o la región, y mucho menos entre las y los no docentes, se vivan momentos tan tristes como irreparables. #IdentidadAzul#QuedateEnCasa2021