Comentarios preelectorales

Vemos que gestión tras gestión de Rectorado no se termina de avanzar en un debate institucional en los órganos de gobierno sobre la situación de la planta no docente, su planificación y sobre el rol del estamento en el planeamiento universitario, en un contexto actual complejo desde lo económico, lo político y lo social en el que la democracia argentina se encuentra en riesgo y, en el mediano plazo, con un impacto del desarrollo tecnológico que modificará las funciones laborales.

Lamentablemente estamos sin planificación, con acuerdos fruto de un toma y daca permanente de los cargos entre las listas gremiales y las autoridades de la gestión a espaldas de todas y todos, con inequidades que en vez de paliarse se profundizan y con compañeras y compañeros que cumplen las mismas funciones en distintas categorías.

Los consensos institucionales son trascendentes cuando permiten avanzar en la resolución de las cuestiones estructurales de la UNS, entre las que las no docentes tienen una gran relevancia. De otra manera, solo son un rejunte de votos para que unos pocos ejerzan el poder sin debate.

Sin desmerecer en absoluto la importancia de la cuestión sindical y de que la afiliación es un derecho fundamental en la vida laboral, como integrantes de la comunidad universitaria de una lista institucional, con integrantes afiliadas/os y no afiliadas/os, decimos que:

  • Si la planificación de planta existiera en base a una categorización y mensura del trabajo, nadie tendría dudas de dónde hacen falta los cargos nuevos que llegan.
  • Si la misma planificación estuviera, todas y todos sabrían a qué funciones no docentes les corresponden los suplementos establecidos por el Convenio Colectivo.
  • Si la estructura fuera visible, cada dependencia sabría cuántos trabajadores debería aspirar a tener, si es que no los tiene, y cuál sería su planta de personal.

¿Por qué ni a las autoridades, ni a la conducción gremial les interesa planificar?

Lo que se percibe en estos tiempos es que entre las/os no docentes se expande la bronca, el desánimo y la apatía.