La Asamblea, el control de gestión del Consejo Superior y la planta No Docente

En 2021, tras la reactivación en el Consejo Superior de la comisión ad hoc para la planificación de planta No Docente, desde la Asamblea Universitaria -como control de gestión del Consejo Superior- la representante de la ListAzul hizo “un llamamiento a la responsabilidad para continuar con estas políticas institucionales de mediano y largo plazo que tienen que ver con la planificación de la planta”.

Varios aspectos convergen en nuestra postura sobre la cuestión.

En primer lugar, lo evidente: nadie puede plantearse una organización de la Universidad en la que las decisiones únicamente tributan sobre necesidades manifestadas por las dependencias. Solamente por mencionar un pasado reciente este “no modelo” de administrar la planta sin perspectiva chocó con la evidencia: al crearse el Departamento de Ciencias de la Educación y la Dirección de Gestión y Seguridad de la Información pero no una estructura planificada para estas.

Esta manera de gestionar la administración sin previsión y planificación no parece un estándar válido para una institución universitaria. 

Cuando inaugurábamos esta campaña presentando las candidaturas de la ListAzul, referíamos que una visión institucional era necesaria. Dentro de ésta la planificación de la planta de cargos es fundamental para las y los no docentes, y para la Universidad. La aparición de esta temática en el marco de la campaña gremial por parte de las listas contendientes resultó sorpresiva, ya que se trata de un tema eminentemente institucional y al que apelan con una mirada cortoplacista y efectista.

La situación de la planta de cargos no docentes es crítica, en un contexto económico complejo y sin una necesaria incorporación de nuevos cargos en el horizonte. La UNS tiene su Plan Estratégico con sus metas 2011-2016 (mediano Plazo) y 2026 (largo Plazo), destacándose en el marco del análisis FODA 11.3 Debilidades 5. Falencias en la gestión de recursos humanos de apoyo técnico y administrativo.

A 4 años de cerrarse el período establecido para el largo plazo por el plan mencionado, las distintas gestiones pasan por la UNS sin llevar adelante una real política de planificación de la planta y haciendo oídos sordos a los planteos que se realizan desde hace años. Si somos insistentes con esta cuestión, es porque nadie más lo hace.