Las y los No Docentes y el riesgo del proselitismo permanente

La semana pasada compartimos nuestra postura acerca de la necesidad de la visión institucional del estamento, la superposición con lo gremial de otras listas de compañeras y compañeros que impacta sobre el discurso político, arrojando luz sobre temas salariales y sombras sobre otros necesarios.

Si los silencios sobre temas importantes significan, a nuestro entender, un empobrecimiento notorio, peor ha sido lo que sucedió a la vista de todos: cualquier herramienta sirve para desacreditar el trabajo de representación No Docente. En marzo de este año, una lista mostró imágenes autorreferenciales destacando ser la única presente en una reunión. Otra lista, sin poder evitar estar al mismo nivel, emitió en julio un comunicado que la transformaba, sin que nadie se los pidiera, en preceptora de asistencia a los órganos de gestión.

Nuestro respeto por la representación nos lleva a decir que desde 1996 se nos abrió una puerta a las y los No Docentes para participar en los órganos de gobierno de las Universidades Nacionales. Y que la ListAzul siempre entendió que esta representación (una banca en el Consejo Superior y dos en Asamblea Universitaria) era exigua.

En 2006 presentamos un proyecto de reforma del Estatuto de la UNS para modificar la composición de los órganos de gobierno (aumentando la representación No Docente a 3 escaños en el Consejo y 5 en la Asamblea y otorgando representación a las y los preuniversitarios) y establecer la elección directa del binomio de Rectorado.

En cuanto a la ampliación de la representación, este aspecto tan postergado nos coloca a una distancia enorme del poder decisorio. Falta una gran sumatoria de voluntades, empezando por todo el estamento. Los consensos logrados por las listas que hemos participado en el debate de la reforma del Estatuto de la UNS, intenso entre 2015 y 2017, han establecido que la representación de los No Docentes pase a 2 bancas en el CSU y a 4 en la AU. Sin embargo, las desavenencias entre las listas de profesores que hegemonizan el control político universitario han detenido el proceso de reforma de las normas estatutarias de la UNS.

Si se nos confía el voto impulsaremos nuevamente en la Asamblea Universitaria el aumento de la representación no docente en los órganos de cogobierno de la UNS. Necesitamos a todos y a todas, y no le vamos a tomar asistencia a nadie.