#8M en la UNS

Un nuevo #8M encuentra a mujeres y diversidades ganando las calles de la ciudad, el país y el mundo. Las estructuras patriarcales siguen debilitándose frente a la marea revolucionaria más relevante del siglo XXI.

Pero más allá de los avances sin retorno al pasado, los asesinatos, las violaciones, la violencia laboral e institucional persisten. Ni los protocolos ni la buena voluntad alcanzan cuando los poderosos se encargan de revictimizar a las víctimas y boicotear resoluciones de sus órganos directivos o de gobierno.

Si la violencia de género y la violencia laboral quedan subordinadas a los juegos de poder, las normas serán letra muerta. Somos las trabajadoras unidas las que debemos decir basta a la microviolencia diaria y a la hipocresía institucional.