La Asamblea Universitaria convocó a sus integrantes para el anochecer de este miércoles 25, movida por la necesidad de determinar la extensión de futuros mandatos -algunos de los cuales se elegirán el 13 de octubre– para recuperar así la periodicidad previa a la irrupción del coronavirus.
La situación deriva de que, por la imposibilidad de concretar elecciones en 2020, la pandemia obligó a prorrogar los mandatos de los cargos vigentes entonces. En lo que toca a las y los no docentes, en el Consejo Superior y la Asamblea Universitaria.
Lo comprendimos y apoyamos en su momento. Se trataba de cuidarnos, entre todas y todos. Pero el paso de algunos meses nos enseñó que no sólo debemos protegernos del COVID-19.
Cuestiones de importancia
La Asamblea fue convocada, entonces, por una cuestión de importancia. Pero no más importante que otros temas en que se tocan no sólo las garantías conquistadas por el estamento no docente sino también la misma calidad institucional de la UNS.
Para decirlo con claridad: para la ListAzul, que desde hace años participa en espacios de representación en absoluta minoría y sin manejar el menor recurso, el problema de mayor relevancia institucional en este momento es el Reglamento de Concursos, vulnerado por un funcionario autoritario cuyo comportamiento ha decidido avalar una parte de la gestión del Rectorado.
Esa es la razón principal por la que hemos decidido no asistir a la sesión de la Asamblea Universitaria convocada para este miércoles 25.
Cambiar las reglas, con el partido en marcha
Por otra parte, en lo que refiere específicamente al Orden del Día previsto para ese plenario, llegamos a otra conclusión que también fundamenta la decisión de no asistir.
Luego de estudiar y debatir colectivamente el tema, hemos concluido que no sería correcto avanzar en una decisión sobre la extensión de mandatos que se elegirán en un cronograma ya en marcha.
En tal sentido, esta semana no es igual a la anterior, cuando el tema se debatió en el Consejo: para cuando la Asamblea Universitaria se expida, sea cual sea su decisión, se habrá cumplido ya el tercer día de recepción de listas de postulantes.
Con eso en vista, creemos que no es lo más adecuado que las agrupaciones que actualmente tenemos una representación en la AU tomemos una decisión tan determinante, que eventualmente podría cambiar el escenario y las reglas del juego a otras posibles representaciones de la comunidad universitaria.
Por si fuera poco, de acuerdo a lo que se ha visto en la sesión del Consejo Superior del miércoles 11, ni siquiera existe un consenso entre las listas que sí cuentan con representación en los cuerpos del cogobierno, lo que deslegitima aún más cualquier decisión a tomarse.
En todo este proceso, la ListAzul sólo acompañó la propuesta de que los mandatos de las y los asambleístas que se elijan el 13 de octubre duren un año.
Avalamos esa posición por dos razones:
- por un lado, fue el único punto en que el estamento de profesores y profesoras, hegemónico en el gobierno universitario, mostró disposición a un acuerdo.
- por otro, y fundamentalmente, porque consideramos imprescindible que la Asamblea que a fines de 2022 designe al nuevo rector o nueva rectora sea conformada por el voto de la comunidad universitaria inmediatamente antes de pronunciarse al respecto y no con un año de antelación a tan trascendental decisión. De otro modo, se lesionaría la representatividad de los estamentos.